Marzo de 1990. Antonio y Mercedes siguen separados. Él está viviendo ahora en Sagrillas, volcado en la tierra, y ella en Madrid. Ambos intentan asimilar todo lo que les ha pasado en los últimos días. Además de lidiar con sus problemas sentimentales, Mercedes tiene que enfrentarse a los reproches de su hija María, que le echa la culpa de todo lo que ha pasado. La hija pequeña de los Alcántara lo está pasando mal. A la separación de sus padres se unen los problemas con Salva, su profesor de biología, del que se ha enamorado.