Todos quieren mudarse a sus pisos, bloqueados por los okupas del ático y Antonio hace lo posible por echarlos. Antonio descubre que Greta desvió fondos de la comunidad e intenta destituirla como presidenta. Amador solo piensa en estrenar el nuevo piso con un pinchito. Óscar vuelve de una luna de miel horrible para enfrentarse a un nuevo infierno, convivir con Menchu.