Iñaki, tras ver la conexión de Carmen y Horacio en la inauguración del Kaia Arzak, está convencido de que Horacio quiere algo con Carmen. Todos le dicen que sus celos son absurdos, pero al final la realidad le dará la razón… Horacio, aparece con un ramo de flores tras la mirada vigilante de la cuadrilla que no le quita ojo para descubrir sus intenciones. Trini, harta de que Cristóbal y Maritxu hagan piña para las decisiones en la clínica y viendo que quieren congelarle el sueldo, decide asegurarse un puesto de poder en el hospital, aunque eso suponga algo tan poco apetecible como seducir a Cristóbal.