Genya apunta al cuello del quinto demonio que se separó de Hantengu, pero el cuello del demonio es sorprendentemente duro y su espada se parte por la mitad en su intento de golpearlo. Su arma también es ineficaz y Genya es arrinconado. Al darse cuenta de que no puede cortar el cuello por sí mismo, confía la derrota del quinto demonio, que se cree que es el cuerpo principal, a Tanjiro. Asumiendo la voluntad de Genya, Tanjiro empuña su espada contra el demonio que huye…