Paco y Mariano, al enterarse de que el caso del narcotraficante vuelve a estar en manos de la Guardia Civil, deciden vengarse resolviendo algún caso que tuvieran pendiente. Y seleccionan uno de enfermos mentales muertos en extrañas circunstancias, todos ellos internos en la misma Institución Mental. Mariano y Paco se infiltran como dementes.