Paco, Mariano, y Félix se despiertan desorientados en una nueva habitación, con camisas de fuerza. Están en el antiguo módulo de aislamiento de la Institución mental en la que se han infiltrado y un enfermero les pincha para drogarles. Por su parte, Lucas y Sara tienen que reunir todo el material necesario para montar la bomba que quieren poner bajo el camión.