Paco y Mariano continúan la investigación del huerto misterioso. Tras allanar una propiedad privada en mitad de la noche y robar un barril sospechoso con la ayuda de Aitor, deciden llevar el recipiente directamente a su casa. Cuando Silvia analiza el contenido, descubren que se trata de uranio, algo controlado por la Agencia de la Energía Atómica.