Eda decide marcharse, pero no sin antes tener una conversación con Selin, a la que confesará toda la verdad. Mientras Serkan está desconcertado y no recuerda nada de la noche en la que estaba enfermo, Eda pondrá tierra de por medio para siempre. Loco ante la desesperación de no volver a verla nunca más, irá tras ella antes de que se marche a Italia. ¿Conseguirá retenerla y confesarle que está locamente enamorado de ella?